¹⁶¹Terbio-PSMA contra el cáncer de próstata con metástasis cerebrales
¹⁶¹Terbio-PSMA contra el cáncer de próstata con metástasis cerebrales
El siguiente caso clínico demuestra dos aspectos importantes de la terapia con radioligandos en el tratamiento del cáncer de próstata. En primer lugar, se trata de un enfoque altamente eficaz, capaz de transformar la enfermedad de potencialmente letal en una condición crónica controlable, con ciclos repetidos ocasionales que ayudan a mantenerla bajo control mientras se preserva una buena calidad de vida.
En segundo lugar, el terbio-161, en particular, puede alcanzar y tratar metástasis difíciles, como las cerebrales.
Cuando el Sr. G. llegó a nuestra clínica en enero de 2021, su PSMA-PET/TC mostraba una enfermedad ósea diseminada tras una larga y compleja historia de tratamientos previos.
Había sido diagnosticado por primera vez con cáncer de próstata en enero de 2014, a los 67 años, después de que un análisis de sangre revelara un PSA elevado de 19 ng/ml. Tras una prostatectomía robótica, radioterapia y múltiples líneas de tratamiento antihormonal e inmunoterapia durante los seis años siguientes, la enfermedad continuó progresando, con un PSA que aumentaba de forma constante a pesar del tratamiento exhaustivo. Para diciembre de 2020, después de haber probado prácticamente todas las terapias estándar, su PSA alcanzó los 60,7 ng/ml.
A principios de 2021, el Sr. G. oyó hablar de la terapia con radioligandos y decidió intentarlo. Completó tres sesiones de ¹⁷⁷Lu-PSMA entre enero y marzo de 2021, logrando una remisión completa con PSA indetectable. La terapia hormonal fue suspendida.
El PSA comenzó a aumentar nuevamente a finales de 2022, y para mediados de 2023 se detectaron nuevas lesiones óseas y una metástasis hepática, con un PSA de 2,0 ng/ml en junio de 2023. La terapia hormonal se reinició brevemente para aumentar la expresión de PSMA (Leuprorelina depot) antes del siguiente ciclo de tres sesiones de terapia con radioligandos, realizado entre agosto y octubre de 2023. Este ciclo también resultó en una remisión completa, que duró 1,5 años.
En marzo de 2025, el PSA había aumentado a 1,6 ng/ml, y el PSMA-PET/TC reveló nuevas metástasis hepáticas y cerebelosas. Dada la complejidad de la situación, las dos primeras sesiones se realizaron con el isótopo de nueva generación terbio-161, seguidas de una tercera sesión estándar con lutecio-177. Este tratamiento condujo a un rápido descenso del PSA a 0,2 ng/ml, normalización de la LDH (marcador general de actividad de la enfermedad), función renal conservada y solo una anemia leve y estable. A lo largo de todo el proceso, el Sr. G. se ha mantenido plenamente activo, capaz de realizar todas sus actividades normales sin restricciones, sin dolor y con buena tolerancia a la terapia.
El PSMA-PET/TC y la resonancia magnética cerebral de seguimiento en septiembre de 2025 mostraron una remisión completa, con PSA nuevamente indetectable.







